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Las Glandulas Mamarias y sus lesiones Benignas

La Dra. Jossary Melissa Prieto, Graduada en la Universidad de Panamá, Con especialización en Cirugía General y Postgrados de cirugía laparoscópica avanzada realizados en la Universidad Nacional del Noreste y con Curso intensivo  “hands on” de Post grados de Cirugía Laparoscópica de paredes Abdominales. Nos explica que gracias al aumento de la información y difusión del cáncer de mama en la población, se ha creado el hábito en muchas mujeres en asistir a la consulta médica de manera preventiva y de esta forma poder detectar tempranamente la presencia de cualquier anormalidad en su glándula mamaria. Haciendo que el 90% de los casos sean lesiones benignas.

 

En el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, La especialista nos alerta sobre la necesidad de conocer acerca de las distintas lesiones que se pueden conseguir ante la realización de una consulta médica.

 

Este aporte contribuye en aumentar la atención y el apoyo para la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos acerca de este tema, en donde nos enfocaremos en explicar un poco acerca de las lesiones benignas de mamas.

 

En la actualidad mayormente se tiene un concepto errado sobre que son y cuáles son las lesiones mamarias, aquí explicaremos brevemente para  entender un poco este término; la  “Enfermedad benigna de mama”

 

En esta enfermedad se conoce como un grupo heterogéneo de lesiones que se caracterizan más comúnmente en: 

 

CAMBIOS FIBROQUÍSTICOS MAMARIOS 

 

Los Cambios Fibroquísticos son una amplia variedad de alteraciones mamarias benignas que representan una exageración de fenómenos fisiológicos que ocurren en el tejido mamario como resultado del efecto de las hormonas ováricas (estrógenos y progesterona) en el tejido mamario glandular.

 

Estadísticamente un tercio de las mujeres entre 20 y 45 años tiene alguna evidencia clínica de cambios fibroquísticos al examen médico y 54% en el examen histológico.

 

Los cambios fibroquísticos por lo general afectan a mujeres premenopáusicas, entre 20 y 50 años, y de estas el 75% se encuentra entre 30 a 40 años.  Se describen tres fases de presentación:

 

Etapa 1: Inicia alrededor de los 20 años con congestión y edema mamario premenstrual de 1 semana de duración.

 

Etapa 2: Ocurre alrededor de los 30 años con placas nodulares dolorosas, la duración del dolor aumenta.

 

Etapa 3: ocurre entre los 40 a 50 años, el dolor puede ser incapacitante y permanente y es posible palpar uno o varios quistes los cuales pueden ser grandes.

 

Tratamiento de La condición Fibroquística de Mama.

 

No existe tratamiento específico para este proceso fisiológico exagerado pero el empleo combinado de medicamentos, cambios en el estilo de vida y la alimentación pueden mejorar significativamente el malestar.

 

 

Otra Lesión que puede ser diagnosticada es:

FIBROADENOMA DE MAMA

 

Es el tumor benigno de las mamas más común y el tumor mamario más común en mujeres menores de 30 años.  Esta se compone de tejido de glándula mamaria y tejido que ayuda a sostener a éste.  Los fibroadenomas por lo regular son solitarios pero aproximadamente del 10 al 15% de las mujeres tienen varios tumores que pueden afectar ambas mamas.  Generalmente son superficiales, firmes, no dolorosas con bordes lisos y bien definidos.

 

Los fibroadenomas con frecuencia se vuelven más pequeños después de la menopausia esto siempre y cuando una mujer no esté tomando hormonoterapia.

 

Diagnóstico y recomendación

 

Se basa en el examen físico, el ultrasonido y la mamografía. Se recomienda que mujeres mayores a los mayores de 40 años, se realicen una biopsia para obtener un diagnóstico definitivo.

 

Las mujeres en sus años de adolescencia o poco después de los 20 años posiblemente no necesiten una biopsia si la protuberancia desaparece por sí sola o si ésta no cambia durante un período de tiempo largo.

 

Si una biopsia por muestra indica que el tumor es un fibroadenoma, éste puede dejarse en el lugar o extirparse.  Es importante individualizar cada paciente dependiendo de los factores de riesgo, los estudios diagnósticos, la sintomatología, la edad del paciente la conducta quirúrgica a seguir.

 

Las mujeres con fibroadenomas tienen un riesgo ligeramente más alto de cáncer de mama, por lo tanto se debe  vigilar cuidadosamente, ya que puede cambiar o crecer con el tiempo, ameritando la extirpación. En casos muy excepcionales, si el tumor es canceroso se necesitará de un tratamiento adicional. 

Lesión conocida como PAPILOMA INTRADUCTAL.

 

Es un tumor pequeño y no canceroso (benigno) que crece en un conducto galactóforo de la mama.  Ocurre con más frecuencia en mujeres en edad de 35 a 55 años y sus causas y factores de riesgo se desconocen.  Los síntomas principales son secreción por el pezón y un tumor palpable.  El médico puede sentir un pequeño  tumor por debajo del pezón, pero ésta no siempre se puede palpar o sentir. Puede haber secreción de la mama.

 

Se debe realizar una mamografía, pero puede que no muestre el papiloma, de ser así el ultrasonido puede ayudar.  Puede ser necesaria la toma de la biopsia para descartar cáncer, ya que existe un pequeño riesgo. El tratamiento para esta lesión es quirúrgico, por lo tanto es importante el seguimiento a las pacientes con mamografía anual y ultrasonido mamario.

 

Tips y Recomendaciones para la detección de una lesión de mama.

1.- Autoexamen de mamario

 El mejor momento para hacerse el autoexamen de las mamas es entre el tercer y quinto  día después del inicio del periodo menstrual.  Si la paciente es postmenopáusica debe hacerlo siempre una vez al mes el mismo día.

 

La mejor forma de realizarlo es acostada boca arriba y de la siguiente manera:

 

  • Coloque la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presione suave pero con firmeza haciendo movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
  • Luego, estando sentada o de pie, palpe la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta área.
  • Presione suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repita el proceso en la mama izquierda.

 

Luego, párese frente a un espejo con los brazos a los lados:

 

Mire las mamas directamente y en el espejo. Busque cambios en la textura de la piel.

Igualmente observe la forma y el contorno de cada mama.

Revise para ver si el pezón está hundido.

En caso de encontrar alguna anormalidad favor acudir a su médico.

 

 

2.- Mamografía

   

La mamografía de detección es hasta ahora el mejor método para detectar el cáncer mamario asintomático.  Se recomienda en pacientes mayores de 40 años, anualmente.

Existe también la mamografía diagnóstica dirigida a las mujeres con síntomas o signos de enfermedad mamaria.

Para mujeres menores de 35 años la evaluación de pacientes sintomáticas es mediante ultrasonido previa evaluación médica.

 

 

3.- Ecografía Mamaria.

 

Es un examen no invasivo en el que se usan ondas sonoras para examinar las mamas.

 

Una ecografía de las mamas puede ayudar a:

  • Determinar la diferencia entre una masa sólida o un quiste.
  • Buscar un tumor en la mama si presenta secreción del pezón transparente o con sangre.
  • También se puede usar para guiar una aguja durante una biopsia de mama

 

La ecografía puede ayudar a mostrar masas o tumores no cancerosos como:

 

  • Quistes (sacos llenos de líquido).
  • Fibroadenomas (tumores sólidos benignos).
  • Lipomas (protuberancias grasas no cancerosas que se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo, incluso las mamas).

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