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Manteniendo la buena postura durante el embarazo

La columna vertebral es una de las partes más importantes del cuerpo humano, responsable de nuestros movimientos en miembros inferiores y superiores. Durante el embarazo tiene que adaptarse a un nuevo peso, cambios hormonales y la prominente barriga que crecerá en los próximos nueve meses.

 

LA PRIMERA INQUIETUD: ¿Me va a doler la espalda con el embarazo? 

 

Es muy posible, ya que hasta el 30% de las gestantes lo experimentan. Pero ¿cuál es la causa de este típico dolor en la zona lumbar? Realmente la respuesta es sorprendente porque es el mismo cuerpo de la mujer el que se va a adaptando y por ello, surge este molesto dolor, sobre todo a partir del tercer trimestre. Sin embargo no es dificil encontrar a mujeres que refieran que no pasaron por la experiencia del dolor, pero si refieren los calambres en las piernas en los últimos trimestre

Una cuestión de grados

 

El proceso es el siguiente: al crecer la zona abdominal, principalmente hacia el área de la pelvis, esto hace que el cuerpo se incline hacia adelante. Se forma una curvatura pronunciada en la parte baja de la espalda. Es por ello que la musculatura y la columna sufren compensando el centro de gravedad, con lo que aparece, en consecuencia, el típico dolor de espalda de la gestación.

Estudios revelan que gracias a este proceso adaptativo, la musculatura de la espalda carga un peso mucho menor, con lo cual también se protege de alguna manera la columna vertebral.

 

La clave con la que se mantiene el equilibrio y la estabilidad en la gestación es precisamente este cambio corporal.

 

¿Cómo es el dolor de espalda que aparece en el embarazo?

 

Es verdad que es molesto,  pero a veces no tanto como te cuentan. Este dolor tiene unas características muy particulares como lo son que se presenta básicamente en la región lumbo-sacra, alcanzando los glúteos.

Se produce porque la lordosis lumbar está exagerada durante la gestación para mantener el centro de gravedad de la mujer sobre las extremidades inferiores. Esta lordosis provoca incomodidad lumbar baja y puede hacer a la anestesia regional más complicada. Se observa relajación ligamentosa (causada por la relaxina), causando hipermovilidad de las articulaciones sacrococcígea y púbica. La sínfisis púbica se ensancha. Estos cambios pueden también contribuir al dolor lumbar bajo.

En algunos casos puede ser intenso y profundo, aunque en pocas ocasiones llega a impedir las actividades cotidianas de la mujer. Si esto ocurre, lo más recomendable es acudir al médico para que dé las orientaciones necesarias para aliviarlo.

La aparición de este proceso doloroso casi siempre es alrededor de la semana número 18 y se intensifica entre la 24 y la 36, por el aumento del volumen del abdomen.

Igualmente, debido al esfuerzo del trabajo de parto, se presenta el llamado dolor postparto, que por lo general, es mucho menos intenso que el experimentado en los nueve meses previos.

¿Si tengo una hernia discal se va a poner peor?

 

Este es un factor que puede disparar más fácilmente el dolor lumbar y más si la hernia discal se encuentra en esta área.

Sin embargo, eso no significa que el problema se va a agravar con el embarazo. Con medidas preventivas de higiene postural, actividad física y buena alimentación, se puede mantener bajo control.

También es importante que cualquier tipo de patología de la columna pueda ser tratada antes de quedar en estado, de manera de evitar que la sintomatología se haga más fuerte.

Las mujeres embarazadas con escoliosis tienen una necesidad más alta de ejercitarse, para reducir la cantidad de estrés que la columna tiene que soportar.

A continuación te presentamos una serie de datos útiles para que las hernias discales no agudicen el dolor de espalda en la dulce espera.

  • Cuenta con un fisioterapeuta: te recomendará los ejercicios y masajes apropiados durante este período, que aliviarán tus síntomas, así como, te brindarán seguridad.
  • Algunas actividades recomendadas son el pilates o yoga prenatal, la natación, ejercicios de relajación, calistenía para embarazada
  • La ganancia de peso es normal mientras contribuya al sano desarrollo del feto. Hay que considerar que cuando se vuelve excesiva, influirá directamente sobre el peso que soporta la columna y por ende, sobre las hernias.

 

Ese dolor sí se puede prevenir  

 

El peso adicional es uno de los puntos que más influyen en la aparición del dolor en la zona lumbar. Por eso, es tan importante mantenerlo en el nivel adecuado. Pero, cuidado no se trata de hacer una dieta para adelgazar, es un asunto de alimentación balanceada que proporcione los nutrientes necesarios para el bebé que está por nacer, al tiempo que no genere una ganancia extraordinaria de kilos.

La postura es otro factor a considerar, primero al sentarse, manteniendo la espalda recta sin exagerar y muy bien apoyada. El uso de cojines puede ser de gran ayuda. Hay que aprender igualmente a levantarse y sentarse, de manera que se haga lentamente y sin esfuerzos, para evitar tirones o movimientos bruscos.

Al acostarse, la posición recomendada por excelencia, es la de medio lado. Así descansa la columna y favorece al bebé. Especialmente, se indica que debe ser del lado izquierdo. Hay que prestarle atención a que el colchón sea de buena calidad, ni muy blando, ni muy duro, que brinde un verdadero descanso.

Otros datos relevantes son no cargar peso, no estar de pie mucho tiempo, decirle adiós a los tacones, realizar actividades relajantes y ejercicio físico como gimnasia especial para embarazadas o algunas alternativas como las que hemos comentado para quienes padecen hernias discales.

Recomendaciones finales: 

 

  1. Mantener peso un positivo para el bebé
  2. Cuido de la postura al sentarse o ponerse de pie, sin rotar y mantener la espalda recta.
  3. Al acostarse postura de lado izquierdo,  colchón apropiado,  ni muy blando o duro
  4. Mantenerse activa con ejercicios físicos recomendados por un fisioterapeuta.
  5. El uso de faja de ser necesario

Y por último contar con el equipo médico de primera, quienes serán tu guía para tener un embarazo sano, feliz y sin dolor.

Por la Dra. Mitzadi Ordoñez – Especialista en Neurocirugía

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